En la ronda de entrevistas que desde Proyecto Melilla estamos realizando a las empresas alojadas en el Centro Vivero de Empresa, nos reunimos en esta ocasión con Gabriel del Valle, gerente y creativo de GRAFICALL, empresa especializada en diseño gráfico y rotulación y todo lo relacionado con la imagen corporativa y la publicidad.

Como siempre, empezamos interesándonos por el germen de este proyecto, por lo que te preguntamos ¿por qué te animaste a crear este tipo de negocio?
Principalmente porque es mi profesión. Soy diseñador gráfico y creativo publicitario de formación, con una larga trayectoria profesional desde 2008, de la que destaco mi experiencia como gráfico/rotulista en IKEA Málaga. Allí, además de adquirir una gran experiencia en estrategias comerciales y marketing, empecé a ampliar mis conocimientos de rotulación, siendo este uno de los servicios que el cliente más demanda para llevar a término esos diseños publicitarios o decorativos, y que por supuesto ofrecemos en multitud de formatos para poder darles a nuestros clientes un servicio integral.
¿Qué te animó a emprender?
Después de IKEA continué trabajando y adquiriendo experiencia en negocios del sector publicitario del diseño, rotulación, imprenta, etc., hasta que llegué a la conclusión de que ya no podía seguir creciendo ni desarrollándome profesionalmente como asalariado, por tener mis propias inquietudes e ideas nuevas sobre cómo gestionar las cosas, ofrecer otro tipo de soluciones a los clientes y, sobre todo, no tener límites a la hora de desarrollar todas esas ideas y proyectos que cada vez tenían más presencia dentro de mi cabeza. 
¿Qué cualidades crees que debe tener un emprendedor?
Tener la necesidad de desarrollar tus propias ideas sin límites para poder ofrecer algo nuevo, además de estar dispuesto a trabajar duro por ello. Esa creo que es la clave para emprender.
¿Cuál es el mayor obstáculo que has encontrado a la hora de emprender?
El mayor obstáculo ha sido el contexto económico y social en el que nos ha tocado desenvolvernos a las personas de mi generación, una economía todavía deprimida y sin una evolución estable desde la crisis de 2008, además de la reciente crisis sanitaria y su consecuente azote para todos los sectores económicos. Por si esto fuera poco, a nivel local nos encontramos con el problema de bloqueo en la frontera, con la ausencia de transacciones comerciales hacia el país vecino y la disminución de ingresos de una actividad que tenía mucho peso en la economía global de la ciudad.
¿Y la mayor ayuda?
En contrapartida, la mayor ayuda ha sido, por supuesto, el constante apoyo y la fe en mí por parte de mi familia y amigos, si bien es cierto que también se agradece la existencia de organismos como Proyecto Melilla, dedicados a facilitar el emprendimiento, ya que suponen un soplo de aire fresco en el camino y ayudan a mantener la trayectoria con menos fatiga.
Ya que has nombrado a Proyecto Melilla, nos preguntamos cómo conociste el proyecto del Centro Vivero de Empresas que esta sociedad pública pone a disposición de los emprendedores.
Conocí este proyecto, supongo que como la mayoría de los emprendedores de la ciudad, “haciendo los deberes”. Antes de lanzarme a la nueva aventura, tocaba recabar información, estudiar el mercado, los recursos y facilidades disponibles,…, en definitiva, investigando un poco. En cualquier caso, fue bastante sencillo por el constante empeño por parte de Proyecto Melilla de llegar a la gente y dar a conocer todas las facilidades que pueden poner al alcance del emprendedor.
¿Te parece que el proyecto Centro Vivero de Empresas es una oportunidad para los emprendedores de la ciudad?
Sin lugar a dudas es una oportunidad para empezar el camino con menos recursos que en el mercado inmobiliario real e ir “vacunándose” poco a poco para asimilar paulatinamente las condiciones del mismo. De hecho, particularmente pienso que es una oportunidad que podría aportar un gran valor al tejido empresarial de la ciudad si hubiera capacidad para ofrecérsela a más emprendedores.
¿Qué supone para tu negocio formar parte del Centro Vivero de Empresas?
Por un lado, supone poder dedicar más esfuerzo a avanzar en el desarrollo del negocio y, por otro, las posibilidades que ofrece formar parte de una pequeña comunidad de emprendedores, entre los cuales pueden surgir, y de hecho surgen, colaboraciones.
De los servicios prestados por el Centro Vivero de Empresas, ¿cuál es el que más valoras?
El asesoramiento laboral, fiscal y contable.
¿Cómo afrontas el futuro fuera de los espacios del Centro Vivero de Empresas?
Afortunadamente todavía lo veo como algo, no lejano, pero sí a medio plazo. En cualquier caso, lo veo con bastante incertidumbre por toda la inestabilidad que antes he mencionado.